El ritmo de contagio está aumentando exponencialmente. De hecho, el número de infectados no es sólo mayor entre los habitantes del colegio sino también entre los que se encuentran fuera de él. El ejército tiene orden de recluir a todos los infectados por el virus en el perímetro de seguridad, lo que supondrá la llegada de un camión con viejos conocidos? y un desconocido que se niega a acatar las normas que Elsa intenta imponer para mantener el orden. Las medicinas están a punto de agotarse, la única solución es llegar hasta los medicamentos que Ottox tenía guardados en los pasadizos y que ahora están sepultados bajo toneladas de escombros. El cronómetro corre en su contra así que, muy a su pesar, Elsa tendrá que permitir que Marcos y compañía le ayuden con las tareas de desescombro. Afortunadamente, el disparo recibido por Marcos en su intento de fuga sólo era un dardo tranquilizante y todo se ha quedado en un susto. pero Mientras dormía, Marcos ha tenido un inquietante sueño en el que se reencontraba con alguien que decía ser Héctor de la Vega. Julia, por su parte, recibe un anónimo: si quiere volver a ver con vida a Iván, debe subir de inmediato a su cuarto. Lo joven lo hace sin pensarlo dos veces pero lo que se encuentra al llegar a la habitación es muy diferente a lo que había pensado.
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